El linfedema es una enfermedad producida por un daño en los ganglios y en el sistema linfático, en la que se acumula fluido en los brazos o piernas. Puede ser congénito o como consecuencia del tratamiento de una enfermedad, como por ejemplo un cáncer de mama en el que haya sido necesario extraer los ganglios linfáticos y posterior radioterapia.
Hasta el momento, los tratamientos más comunes son los fisioterapéuticos, a base de bandas de comprensión y ejercicios de fisioterapia, que alivian las molestias pero no resuelven estas patologías de manera satisfactoria para los pacientes.
En la actualidad, la transferencia ganglionar se presenta como la solución definitiva a esta enfermedad. Se trata de una técnica novedosa , muy especializada, en la que se transfieren unos pocos ganglios linfáticos sanos al área afectada para restaurar la función linfática de la extremidad . Esta técnica es conocida como Trasplante autólogo de ganglios linfáticos (ALNT).
El conocimiento anatómico y la microcirugía hacen que se puedan trasladar los ganglios con su arteria y su vena, y que estén debidamente nutridos y vivos una vez implantados en el lugar de destino, comenzando a desempeñar su función: drenar líquido y otras sustancias como antes de la linfadenectomía.
La tasa de éxito es muy elevada, eliminando por completo el dolor y permitiendo la total curación en la mayoría de los casos.